NUESTRA HISTORIA

Su talante vivaracho y su saber fiero lo convirtió en un gran profesor, un docente amante de la vida y de todos los conocimientos que esconde, afanosamente para transmitir todo el que conocía y lo despertaba la curiosidad, e innovador por su manera de enseñar intuitiva y competencial. Sus clases se fueron llenando de estudiantes que querían aprender matemáticas y despacio se fue creando la Academia Técnica, todo un símbolo en la Lleida de los años 70 y que dio a la que fue la escuela Las Hiedras, ahora nomenda Ilerna. Francesc tuvo una dilatada trayectoria en el mundo de la enseñanza de nuestra ciudad, ejerció varios cargos directivos en los IES Escuela del Trabajo y Caparrella, siendo los últimos años, coordinador de Formación Profesional en el Departamento de Enseñanza, donde ayudó a impulsar y dar prestigio a la Formación Profesional, unos estudios en los cuales fue un visionario y supo ver la importancia que tenían en nuestra sociedad. Pudo impulsar, gracias a toda su experiencia acumulada, el nuevo crédito de Formación en Centros de Trabajo que, con la reforma LOGSE, pasó a ser un crédito obligatorio (FCT) en el FP. Francesc nos dejó mucho más pronto del que hubiéramos querido, como pasa siempre con aquellas personas que saben ganarse el amor y la estimación de quienes lo rodean. En su muerte todos los centros donde trabajó y dejó su impronta dejaron patente lo respecto a la profesionalidad y saber hacer de Francesc: La Comunidad educativa de la IES Escuela del Trabajo expresa su pésame y quiere remarcar públicamente la sencillez, bonhomia, optimismo, generosidad y tenacidad que lo caracterizaba y que ha representado un modelo de persona y profesor para todos nosotros.

Son incontables los jóvenes que él ha educado. Él sembró matemáticas y física, cálculos de aritmética de la vida. Él no traicionó nunca aquel profundo amor por las cosas y las personas que lo rodeaban. Era reflexivo y sabía despertar el interés y la risa de quienes lo rodeaban, era humilde y sabía poner–se al lugar de los otros con la condición del humanista que enseña cuestiones de matemáticas, pero también de la vida. Él construía sus alumnos palabra a palabra. Él construyó su colegio aula a aula. Construyó una sólida familia miembro a miembro. Somos muchos y muchas los que hemos aprendido mucho de este hombre de ancho hombro y anchos pulmones. Y ha sabido dejarnos una casa donde todavía aprenderán otros tantos todo aquello que supimos de él, y gracias a él los que tuvieron el privilegio de haber andado a su borde o de haberlo sentido desgranar la lección o construyendo un discurso. Resuena su risa por las aulas de Lleida. Este eco es una herencia impagable, hecho de números de condición humilde y aspiraciones altísimas. F. Pané, regidor de educación (2000) Y sus exalumnos recordamos una frase que repetía a menudo y que con los paso de los años uno comparte y ha hecho que muchos perdiéramos el miedo a las matemáticas: Hacer un ejercicio de matemáticas es un juego, es divertido y alentador y además con la práctica ganas siempre. Y jugando aprendimos a hacer matrices, logaritmos, ecuaciones y el que conviniera.